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Científicos, agricultores y gestores colaboran para evitar el declive del sisón, un pájaro estepario en peligro

18 Enero 2024

Un estudio revela cómo cambiar las prácticas agrarias y aumentar la superficie destinada a los barbechos puede ayudar a preservar las poblaciones de esta especie gravemente amenazada por la actividad humana

La colaboración entre científicos, agricultores y gestores es decisiva para mejorar la protección del sisón, un pájaro estepario considerado en peligro a nivel nacional debido a las actividades humanas. Con la reducción de hábitats naturales, el incremento de regadíos y la urbanización del territorio, cada vez existe menos superficie que garantice la supervivencia de esta especie tan vulnerable. Un artículo publicado en la revista Biological Conservation revela cómo la cooperación entre diferentes actores es la clave para encontrar respuestas y evitar el declive de las poblaciones cada vez más amenazadas del sisón.

El nuevo trabajo, que es un ejemplo pionero de conservación adaptativa, está firmado por los expertos Santi Mañosa, de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona, y Gerard Bota, del Grupo de Biología de la Conservación del Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña (CTFC).

Un ave esteparia en peligro

Para las aves como el sisón (Tetrax tetrax), cada vez es más difícil encontrar hábitats adecuados debido a la reducción del paisaje estepario y la desaparición de la agricultura y la ganadería tradicionales. El nuevo artículo confirma que aumentar la superficie agrícola en barbecho -es decir, la tierra de cultivo no sembrada- ayuda a estabilizar la población de sisón en Cataluña.

“Esta estrategia actúa positivamente sobre el sisón, sobre todo porque incrementa el éxito reproductor, ya que proporciona a la especie todo lo que ha desaparecido en los ambientes agrícolas de secano como resultado de la intensificación de las prácticas agrícolas”, detalla el profesor Santi Mañosa, del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la UB.

«En primavera -continúa- encuentran alimento, lugares para que los machos hagan su parada nupcial para atraer hembras, emparejarse, anidar y alimentar a los polluelos. En verano y otoño, y buena parte del invierno, cuando los cultivos se siegan y labran, los barbechos permanecen como los únicos espacios con cierta cobertura vegetal suficiente para proporcionar refugio y alimento a los bandos de sisones, que una vez terminada la reproducción se vuelven gregarios».

Sin embargo, los barbechos han perdido mucho interés desde una perspectiva productiva y agronómica y están en regresión en todo el territorio. «Entre 2009 y 2018, se ha perdido un 21% de la superficie de barbechos en Cataluña según el último Informe del Estado de la Naturaleza de Cataluña publicado en 2020, y se ha reducido un 27% de las poblaciones de pájaros esteparios entre el 2002 y el 2019, sobre todo por la pérdida de barbechos como una de las principales causas», detalla el experto Gerard Bota. «El sisón es uno de los grandes afectados y una de las especies que ha sufrido un mayor bajón en Catalunya y otras zonas de España en poco tiempo. Fruto de esta situación, actualmente está catalogada como una especie “En Peligro de Extinción” a nivel español, al mismo nivel de amenaza de otras especies emblemáticas como el quebrantahuesos, el hueso pardo o el lince ibérico».

¿Qué hacer además de potenciar los barbechos?

Los modelos poblacionales generados en este trabajo ponen de manifiesto que aumentar la superficie dedicada a los barbechos podría detener el camino vertiginoso de la especie hacia la desaparición, «pero esta medida, aunque imprescindible, no es suficiente para recuperar los efectivos de la población, puesto que la mortalidad adulta -especialmente en hembras- es todavía excesiva», alerta Santi Mañosa.

“Será imprescindible implementar otras medidas de conservación poco trabajadas hasta la fecha”, destaca Gerard Bota. «Por ejemplo, reducir la mortalidad adulta de las hembras, la de origen antrópico que podemos gestionar». Sabemos que el sisón es una especie muy sensible a la mortalidad por colisión con líneas eléctricas debido a su visión frontal relativamente reducida en vuelo. Habría que identificar las principales zonas de agregación post reproductora e invernal y actuar en las líneas eléctricas que haya instaladas para reducir la probabilidad de muerte de los ejemplares. En las zonas más importantes de reproducción y de invernada, habría que abordar el soterramiento o la eliminación de algunas líneas y, en el resto de las zonas, realizar una correcta señalización de líneas con elementos anti-colisión».

Generar confianza y cooperación entre distintos sectores

En 2009 se declararon un total de ocho Zonas de Especial Protección por las Aves (ZEPA) en los sectores esteparios de la llanura de Lleida, con el objetivo de proteger a las poblaciones más importantes de sisón. En una superficie de 47.360 hectáreas, se regulan los usos del territorio para que en teoría sea posible el mantenimiento de las poblaciones de pájaros esteparios. «En estos espacios, la medida más importante que se ha llevado a cabo hasta ahora para favorecer a las poblaciones de sisón ha sido arrendar y gestionar hasta 3.400 ha de tierra campa como barbechos, donde los sisons pueden encontrar refugio y alimento para reproducir y pasar el invierno», explica Santi Mañosa.

Generar espacios de confianza y cooperación entre diferentes sectores relacionados con el territorio y la conservación de la biodiversidad es la piedra angular para encontrar soluciones a los desafíos ecológicos en sistemas cada vez más complejos.

sisó – Little bustard feeding on a Lucerne field in winter

«La gestión adaptativa es un proceso efectivo que los gestores pueden utilizar para incorporar la incertidumbre de los resultados en el modelo de gestión, aprender de sus acciones realizadas y alcanzar los resultados deseados. En todo este proceso, un paso fundamental es el riguroso seguimiento y evaluación de las intervenciones de gestión. Por eso, el trabajo en la misma dirección de diferentes actores implicados en la ejecución (Departamento de Acción Climática y Agenda Rural, empresas públicas, gestores y científicos) ha sido clave para el éxito de la medida», apunta Gerard Bota.

Este modelo de conservación adaptativa, «que implica la gestión de sistemas socioecológicos complejos con intereses de colectivos muy distintos, es exportable a otros escenarios que exigen la aplicación de actuaciones -con un resultado desconocido o incierto- con la participación de actores muy diversos», cierra Santi Mañosa.

 

Artículo de referencia:

Mañosa, S.; Bota, G. «Modelling la effectivity de la land sparing strategy to preserve endangered steppe-land bird population in cereal farmland: Scopes and limits». Biological Conservation, diciembre de 2023. Doi: https://doi.org/10.1016/j.biocon.2023.110386

Last modified: 18 Enero 2024