Para la conservación de determinadas especies, será necesario gestionar los espacios existentes fuera de las áreas protegidas
El abandono de las prácticas agrícolas tradicionales supone un gran impacto sobre las especies de hábitats abiertos
En las últimas décadas se han llevado a cabo importantes esfuerzos para conservar la biodiversidad, a través de la declaración de áreas protegidas. Actualmente la principal herramienta para la conservación de especies y hábitats amenazados en Europa es la Red Natura 2000, una red de más de 27.000 áreas protegidas que cubre el 18 % de la superficie de la Unión Europea.
El objetivo del proyecto Estrategias de adaptación de la Red Natura 2000 frente al cambio climático es evaluar el impacto de los cambios en el paisaje derivados del cambio global en la distribución de la biodiversidad y su efecto sobre la capacidad de la Red Natura para ofrecer oportunidades de conservación para esta biodiversidad. También pretende identificar áreas prioritarias complementarias a la actual red de espacios protegidos con el fin de mejorar su capacidad de adaptación ante factores de cambio.
El estudio, llevado a cabo por el CTFC, se centra en Cataluña, y cuenta con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica, a través la Fundación Biodiversidad.
La RN2000 ocupa el 30% del territorio catalán y cuenta con 115 espacios declarados LIC (Lugares de Importancia Comunitaria) y 73 espacios ZEPA (Zonas de Especial Protección para las Aves), determinadas siguiendo la Directiva Hábitats y la Directiva Aves.
A través de herramientas de modelización y planificación, se han evaluado los cambios de distribución esperados para el año 2050 dentro y fuera de la Red Natura e identificado áreas prioritarias complementarias a la actual distribución de áreas protegidas para 78 especies de aves, recogidas en la Directiva Aves. La importancia de estas zonas complementarias irá creciendo a medio y largo plazo debido al cambio de distribución de especies y hábitats. Esto requerirá una gestión anticipada de las mismas, para que los esfuerzos de conservación de estas especies prioritarias sean efectivos.
El proyecto
Los cambios en la distribución de la biodiversidad asociados al cambio climático pueden mermar la efectividad de los espacios protegidos en el futuro. En este proyecto se han utilizado modelos predictivos para proyectar la distribución de 78 especies de aves en Cataluña (listadas en la Directiva Aves), bajo condiciones actuales y un escenario de cambio climático. Se utilizaron las distribuciones de las especies modeladas para evaluar los cambios dentro de la Red Natura y así estimar el posible impacto del cambio global sobre la cobertura de estas especies dentro de los espacios protegidos.
Los resultados obtenidos muestran un declive en la distribución de muchas especies dentro de la configuración actual de la Red Natura 2000, especialmente entre especies de hábitats abiertos, como la tórtola europea (Streptopelia turtur, 80% declive), o la collalba negra (Oenanthe leucura, 70% descenso) aunque también otras de hábitats forestales como el urogallo (Tetrao urogallus, 47% descenso). No todas las especies experimentaron caídas de su distribución dentro de la Red Natura (el 26% y el 14% de las 78 especies modeladas experimentaron incrementos o ningún cambio significativo respectivamente). Por ejemplo, el águila calzada (Aquila pennata) incrementó su distribución en un 29%.
El abandono de zonas de cultivo en Cataluña durante las últimas décadas, sustituidas progresivamente por hábitats forestales, supone un impacto negativo sobre estas especies de aves. Por ello es importante fijar la atención en estas especies y garantizar su conservación a largo plazo.
Para atajar la disminución en la cobertura de algunas especies (60% de las especies modeladas), y mejorar la resiliencia de los esfuerzos de conservación frente a los cambios esperados, se identificaron zonas prioritarias para la gestión futura que serán de vital importancia para la adecuada gestión de las especies consideradas, mediante el uso de herramientas de planificación sistemática. Estas zonas se encuentran mayoritariamente en el oeste de Cataluña. La adecuada gestión de estas áreas, junto con el mantenimiento de hábitats abiertos dentro de la Red Natura, será prioritaria para garantizar un mínimo de cobertura bajo gestión de aquellas especies más afectadas por los efectos del cambio global. Este trabajo ejemplifica la necesidad de incorporar el dinamismo de los sistemas naturales en la planificación de los esfuerzos de conservación, para adaptarlos a los cambios futuros.
Last modified: 14 Septiembre 2018