Los incendios forestales, sobre todo los de gran intensidad, dejan el suelo expuesto y vulnerable a otros agentes erosivos como el viento y la lluvia hasta que se recupera la vegetación.
Si en un año coinciden grandes incendios y lluvias torrenciales, las toneladas de suelo que se pierden se pueden multiplicar por 1,5
Además del viento y la actividad agrícola, entre los principales agentes que provocan la erosión o pérdida de suelo, se encuentran los incendios. Los resultados del estudio muestran que en promedio el fuego explica entre el 12 y el 16% de la pérdida de suelo en Cataluña, cifra que aumenta hasta el 90% en los años de incendios graves. Esta cifra, según las proyecciones de futuro realizadas en el estudio, puede aumentar hasta un 150% si coinciden en un mismo año episodios de incendios con episodios de lluvia de alta intensidad, una probabilidad que aumentará en el futuro en un contexto de cambio climático.
Liderado por Alejandra Morán-Ordóñez, investigadora del CTFC en la unidad InForest (CTFC-CREAF), el estudio también ha contado con investigadores de Francia, Alemania y Canadá y se publica en la revista científica Land Degradation and Development.
Es importante tener en cuenta el paisaje y la gestión de incendios
El artículo propone centrar esfuerzos en dos líneas de acción para minimizar las pérdidas de suelo en un futuro. Por un lado, proponen una ordenación forestal centrada en reducir el peligro de incendio y por otro, intervenir de manera rápida después de un incendio y antes de la temporada de lluvias, con la realización de barreras de erosión o bien con plantaciones. Estos tratamientos, a pesar de ser eficaces, son costosos, por lo que su uso es limitado.
Por el contrario, en Cataluña, donde el 73% del territorio forestal es privado, a menudo se realizan talas post-incendio que pueden contribuir a aumentar el riesgo de erosión y degradación del suelo. Por tanto, en caso de que no existan medidas activas para poder controlar la erosión, sería conveniente realizar prácticas de gestión post incendio en aquellas zonas donde el suelo presente más riesgo, para minimizar las pérdidas y al mismo tiempo proporcionar beneficios adicionales para la recuperación del ecosistema.
Un modelo complejo con diferentes factores de cambio
Las proyecciones se han realizado con el modelo matemático MEDFIRE, desarrollado por el mismo grupo de investigación que encabeza el estudio, y que ha permitido a los investigadores simular la pérdida total anual de suelo en Cataluña desde 2011 hasta 2050 bajo 6 marcos de futuro diferentes, resultado de la combinación de diferentes escenarios de cambio climático con diferentes políticas de control de incendios.
Hasta ahora, las proyecciones futuras de la condición de los ecosistemas y la dinámica del paisaje que incorporan el efecto de los eventos extremos asociados al cambio climático son raras. En este caso, se muestra un modelo que considera diferentes procesos ecológicos como el crecimiento y la dinámica de la vegetación, y por lo tanto es capaz de evaluar la pérdida de suelo a causa de episodios de lluvia intensa en los espacios de tiempo que el suelo queda desnudo y expuesto después de los incendios.
De este modo, se puede utilizar para hacer predicciones futuras de cambios en paisaje forestal y sus consecuencias en los servicios ecosistémicos asociados, de una manera más realista y teniendo en cuenta la incertidumbre de diferentes escenarios de cambio futuro.
Más información: Future impact of climate extremes in the Mediterranean: Soil erosion projections when fire and extreme rainfall meet. Alejandra Morán‐Ordóñez, Andrea Duane, Assu Gil‐Tena, Miquel De Cáceres, Núria Aquilué, Carlos A. Guerra, Ilse R. Geijzendorffer, Marie‐Josée Fortin, Lluís Brotons https://doi.org/10.1002/ldr.3694
Last modified: 17 Septiembre 2020