BLOGNEWS

La crisis sanitaria por la COVID-19 agrava el círculo vicioso de la deforestación tropical

16 Octubre 2020

Una nueva investigación en la que han participado investigadores del Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña y la Universidad de Lleida sugiere que las pandemias pueden convertirse en un nuevo motor indirecto de la deforestación tropical que amenaza los ecosistemas forestales y su biodiversidad

 

El estudio destaca las amenazas emergentes para el medio ambiente y la sociedad que se pueden derivar de la interacción recíproca entre la deforestación tropical y la actual pandemia y cómo se podrían minimizar a partir de posibles intervenciones políticas. Los resultados también sugieren que la capacidad de los países tropicales para hacer frente a las preocupaciones de conservación y potencialmente humanitarias ha sido minada por la crisis económica y de salud derivada de la actual pandemia.

A través de la comparación de imágenes satélite de bosques tropicales, el equipo de investigación ha detectado que las alertas por deforestación durante el período posterior a las medidas de confinamiento desplegadas a escala global durante la primera mitad del 2020 casi se habían duplicado respecto a las del 2019.

Realizado de manera conjunta con centros de ocho países diferentes incluidos Brasil, EEUU, Italia, Australia, Costa de Marfil, Francia y Reino Unido, el estudio se publica en la revista Perspectives in Ecology and Conservation.

Un problema que se retroalimenta a sí mismo

Según el estudio, las zoonosis, aquellas enfermedades que pueden transmitirse entre animales y personas, como el Covid-19, pueden interaccionar de manera recíproca con la salud pública, la economía, la agricultura y los bosques. “Vemos que se trata de un problema que se está retroalimentando a sí mismo, y si no evaluamos y enderezamos las consecuencias a corto, medio y largo plazo de las medidas que tomamos como sociedad global podemos adentrarnos aún más en este círculo vicioso de deforestación y zoonosis”, explica Sergio de Miguel, uno de los principales autores del artículo, investigador de la Joint Research Unit CTFC-Agrotecnio y director del GFBI Hub (Global Forest Biodiversity Initiative) en la Universidad de Lleida.

De Miguel explica que “gran parte del problema de enfermedades como el Covid-19 proviene en buena medida de la pérdida de biodiversidad por la destrucción de hábitats en todo el mundo, sobre todo a causa de la deforestación. La paradoja es que la consecuencia de las medidas que internacionalmente se han tomado para hacer frente a la pandemia están exacerbando la causa de este tipo de pandemias. Por lo tanto, en vez de solucionar el problema, las medidas de confinamiento decretadas a escala global al inicio de la pandemia habrían contribuido a incrementarlo “.

Por otra parte, a pesar de parecer que el confinamiento de la población a escala global ha supuesto una mejora del medio ambiente, según el estudio, la realidad no es así. “Si bien los niveles de contaminación se redujeron en varias zonas del mundo, como en nuestro país, en las zonas tropicales esta contaminación por partículas asociadas a la deforestación y los incendios posiblemente se incrementó, y conviene recordar que esta es una de las principales causas de muerte prematura en zonas tropicales”, expone de Miguel, que indica que “a pesar de la reducción significativa de la movilidad y actividad socioeconómica a escala global, contrariamente a lo que cabría esperar, la reducción en emisiones de carbono y gases de efecto invernadero, principales causantes del cambio climático fue relativamente marginal “.

La pérdida de biodiversidad por la destrucción de hábitats alrededor del mundo, sobretodo a causa de la desforestación, puede causar la aparición de zoonosis

Recomendaciones políticas para cambiar de dirección

Para revertir esta situación, según el estudio, los gobiernos deberían desarrollar acciones políticas con el objetivo de minimizar las amenazas emergentes que relacionan la deforestación tropical y la pandemia por Covid-19. Tal y como explica de Miguel, “para cambiar estos patrones de deforestación también se debería modificar el modelo de desarrollo socioeconómico.”

Las recomendaciones incluyen centrarse en los medios de subsistencia de comunidades rurales e indígenas, integrar como actividad esencial la supervisión y el control del medio ambiente con el fin de detener la deforestación y la pérdida de biodiversidad, prever un aumento de los incendios forestales y por tanto tratar tanto sus causas como sus consecuencias y por último, fomentar las estrategias para impulsar los mercados legales de la madera y las cadenas de suministro y comercialización.

“A pesar de las numerosas incertidumbres sobre los impactos de la pandemia por Covid-19 sobre la sociedad y el medio ambiente, los gobiernos deben actuar con urgencia para hacer frente a la interacción entre pandemias y cambio climático, garantizando la protección de los bosques tropicales y su población”, concluye el estudio.

Artículo de referencia:  Pedro H.S. Brancalion, Eben N. Broadbent, Sergio de-Miguel et al. Emerging threats linking tropical deforestation and the COVID-19 pandemic. Perspectives in Ecology and Conservation (2020) https://doi.org/10.1016/j.pecon.2020.09.006

 

Last modified: 19 Octubre 2020