En dos artículos publicados recientemente en Environmental Research Letters y Scientific reports por investigadores del CTFC y del CREAF, se pide que las nuevas políticas se orienten a incrementar la conservación de especies.
La Unión Europea (UE) se comprometió a frenar la pérdida de biodiversidad en su Estrategia de Biodiversidad 2020 y con la ratificación de acuerdos internacionales. Sin embargo, todos los informes muestran que los objetivos de conservación no se cumplen y el estado de la biodiversidad muestra pocas mejoras.
Los autores de los artículos han revisado la cobertura de especies amenazadas por las Directivas de hábitats y aves, y han superpuesto la distribución espacial de todas las especies de vertebrados con la extensión de la red Natura 2000.
Sólo el 17.4% de las poblaciones en situación crítica, el 16.9% de las especies en peligro de extinción y el 15,4% de las especies vulnerables presentes en la UE están actualmente cubiertas por las Directivas y, por tanto, no son prioridad dentro de los espacios Natura 2000. Sin embargo, estos espacios cubren más especies amenazadas, no incluidas en las Directivas. Esto evidencia que la red tiene un potencial de conservación mucho mayor de la actual.
Virgilio Hermoso, investigador del CTFC y uno de los autores principales de los artículos, apunta cuatro maneras de solucionar este problema: “mejorar la representación de especies amenazadas, en función de la Lista Roja de la UICN; asegurar que la conservación de estas especies queda cubierta mejorando la gestión de los espacios Natura 2000. También sería necesario integrar la gestión de especies y hábitats fuera de las áreas protegidas; y aumentar los recursos asignados a la gestión de la conservación “.
Los autores muestran como con la revisión de los planes de gestión en un 3% de los espacios Natura 2000 se podría dar cobertura a todas las especies de vertebrados amenazados, por ejemplo.
Después de 2020, la Estrategia de la Biodiversidad de la UE necesitará una revisión exhaustiva para mejorar la cobertura de especies amenazadas (especialmente las no incluidas en las Directivas), mejorar la eficiencia de la conservación aprovechando los recursos existentes y ampliar la planificación de conservación fuera de las áreas protegidas ante el cambio global. La ampliación de la planificación de la conservación debería contemplar la compatibilidad con otros usos, siempre que esta opción sea posible.
Todavía falta información, como la distribución de muchas especies de invertebrados, para poder hacer una gestión más correcta de la biodiversidad amenazada de Europa.
Last modified: 8 Noviembre 2019
