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El cambio global obliga a una nueva gestión del fuego para preservar la biodiversidad

20 Noviembre 2020

 

  • Más de 4.400 especies terrestres y de agua dulce sufren amenazas asociadas a la modificación del régimen de incendios.
  • Si bien muchas especies viven amenazadas por la mayor frecuencia de los incendios y su intensidad, la desaparición del fuego puede ser perjudicial para algunos seres vivos y los ecosistemas.
  • La investigación publicada en Science cuenta con la participación de investigadores del CTFC y el CREAF. propone calcular y aplicar la cantidad, el patrón y el momento de declarar un incendio prescrito para promover la biodiversidad en una nueva era de fuego.

 

El cambio climático, los nuevos usos de la tierra y la presencia de especies invasoras están modificando la actividad de los incendios y su impacto sobre la biodiversidad. El fuego es una fuente de biodiversidad en el mundo desde hace millones de años y su nuevo comportamiento afecta a más de 4.400 especies y sus hábitats, que dependen de sus patrones temporales y espaciales. Si bien muchas especies viven amenazadas por la mayor frecuencia de los incendios y su intensidad, igualmente la desaparición del fuego puede ser perjudicial para algunos seres vivos y los ecosistemas que lo necesitan.

El estudio ‘Fire and biodiversity in the Anthropocene’ publicado hoy en la revista Science examina cómo el cambio de patrón del fuego a escala mundial amenaza con extinguir algunas especies, perjudica a la biodiversidad y transforma los ecosistemas terrestres. La principal conclusión del trabajo científico es que hay que introducir el régimen de incendios a la hora de planificar la conservación de la biodiversidad y como elemento clave para dar forma a los ecosistemas. El estudio reconoce hasta qué punto es un desafío adoptar nuevas medidas revolucionarias de gestión del fuego para preservar la biodiversidad, ya que contempla la actividad humana, el fuego y los ecosistemas.

El artículo es fruto de una colaboración internacional en la que han participado 27 investigadores de 17 centros de investigación procedentes de Australia, Canadá, España, Estados Unidos, Irlanda, Portugal, Reino Unido y Sudáfrica.  Entre ellos, el CTFC y el CREAF, con la intervención de los investigadores Andrea Duane, Núria Aquilué, Enric Batllori, Virgilio Hermoso, Sergi Herrando, Alejandra Morán-Ordóñez i Lluís Brotons. El punto de partida del estudio fue una sesión de trabajo convocada por el CTFC.

Riesgo de extinción en un mundo de fuego

El estudio ha revisado casi 30.000 especies terrestres y de agua dulce clasificadas con riesgo de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) y ha encontrado que al menos el 15% se verá amenazado por la modificación de los regímenes de incendios. Estos cambios pueden suponer una mayor actividad del fuego que amenace a especies poco adaptadas, o la disminución de esta actividad, que conlleve la reducción de hábitats clave para muchas especies.

Los cambios en la actividad del fuego son un reto para la biodiversidad en hábitats y reinos biogeográficos en todo el mundo. Proporcionalmente, el peligro del nuevo régimen de incendios para especies en riesgo de extinción es mayor en las sabanas (27%), seguida de cerca por las praderas (25%), las zonas rocosas (25%), los matorrales (25%) y los bosques (19%).

El Antropoceno, época en que la actividad humana ha comenzado a generar efectos masivos a      alcance mundial, ha traído consecuencias tales como el cambio climático y una biosfera marcadamente diferente. El fuego juega una doble partida, por un lado, es una consecuencia de esta aceleración y por otro, contribuye a potenciarla.

Estrategias y acciones     

El artículo propone un conjunto de acciones para promover la biodiversidad en una nueva era de fuego. En primer lugar, se propone gestionar activamente el fuego para adaptarlo a determinadas especies o ecosistemas. Es decir, asegurar la cantidad, el patrón y el momento adecuado para aplicarlo en paisajes que lo necesitan y a la inversa.

En segundo lugar, centrarse en ecosistemas enteros y no sólo en el fuego. Por ejemplo, las poblaciones de plantas y animales afectadas por una sequía extrema o que se encuentran bajo la presión de depredadores exóticos tienen más probabilidades de ser amenazadas por un incendio.

También se reconoce el papel crítico de las personas. Restaurar y promover paisajes crea oportunidades para equilibrar la biodiversidad con otros valores en muchas regiones del mundo. Aprender de la gestión actual de la población local e indígena y promover la gestión colaborativa de los incendios son pasos valiosos beneficiar a las personas y la biodiversidad. Administrar incendios prescritos y restablecer la quema de carácter cultural en un contexto moderno mejorará la biodiversidad y el bienestar humano.

Otras acciones que propone el artículo contemplan reintroducir rebaños que se alimentan del sotobosque y los cortafuegos verdes a base de plantas de baja inflamabilidad. Otras vías para condicionar y favorecer que los incendios forestales ardan en condiciones adecuadas incluyen permitir la evolución controlada de las poblaciones con la ayuda de nuevas herramientas de genómica, y desplegar una respuesta para proteger la biodiversidad.

Referencia:

Fire and biodiversity in the AnthropoceneScience.   Kelly, L.T., Giljohann, K.M., Duane, A., Aquilué, N., Archibald, S., Batllori, E., Bennett, A.F., Buckland, S.T., Canelles, Q., Clarke, M.F., Fortin, M.-J., Hermoso, V., Herrando, S., Keane, R.E., Lake, F.K., McCarthy, M.A., Ordóñez, A.M., Parr, C.L., Pausas, J.G., Penman, T.D., Regos, A., Rumpff, L., Santos, J.L., Smith, A.L., Syphard, A.D., Tingley, M.W. & Brotons, L.

Last modified: 20 Noviembre 2020