Autor de las fotos: Mario Beltrán
Un estudio ha evaluado la provisión futura de diferentes servicios de los ecosistemas en los bosques mediterráneos bajo un conjunto de escenarios de gestión forestal y de cambio climático. El equipo que lo ha llevado a cabo está formado por investigadores del CTFC, la UdL y el CREAF.
El estudio, publicado en la revista Ecosystem Services, concluye que las políticas de gestión forestal son las que determinarán el suministro futuro de servicios ecosistémicos, es decir, el conjunto de productos y servicios que proporcionan los bosques, y que, en menor medida, lo hará el cambio climático. Sin embargo, también evidencian que ninguna estrategia de gestión de las estudiadas tiene la capacidad de maximizar todos los servicios evaluados.
Se ha estudiado cuatro estrategias de gestión: continuar con la gestión actual, promover la producción de biomasa, el almacenamiento de carbono, o reducir la vulnerabilidad del bosque. Los servicios ecosistémicos evaluados han sido la cantidad de madera producida, el almacenamiento de carbono, la producción de setas, la provisión de agua, la mitigación de la erosión de suelos forestales y el hábitat para la biodiversidad.
El equilibrio entre los servicios depende de los objetivos de gestión
La relación entre la provisión de servicios, como por ejemplo entre la producción de madera y la provisión de agua, cambia entre escenarios según el tipo de bosque y su productividad. “El equilibrio perfecto entre la provisión de servicios ecosistémicos forestales no existe, y depende de los objetivos de gestión del bosque”, explica Alejandra Morán-Ordóñez, investigadora del CTFC y del grupo de investigación InForest (CTFC-CREAF) y una de las principales autoras del artículo junto con Aitor Ameztegui, investigador del CTFC y la UdL.
“Qué servicios queremos promover y a qué precio depende de los intereses socioeconómicos tanto a nivel local como continental”, añade Morán-Ordóñez. Por ejemplo, si se continúa con la misma gestión realizada hasta ahora, se beneficiarán algunos servicios como la mitigación de la erosión del suelo en detrimento del suministro de agua, y se planteará un escenario con bosques más vulnerables frente sequías extremas o incendios forestales.
Por otra parte, si se realiza una gestión centrada en reducir esta vulnerabilidad, se reducirá la provisión de algunos servicios con relación al escenario de gestión actual, como el almacenamiento de carbono. En cambio, se obtendrían otros beneficios, como reducir el riesgo de que se produzcan daños en el funcionamiento de los bosques.
En este sentido Ameztegui explica que “en un contexto en el que se espera que las perturbaciones aumenten en frecuencia y gravedad, este tipo de gestión emerge como una alternativa razonable para atenuar el riesgo de daños irreversibles, incluso si se reduce ligeramente la provisión de algunos servicios. ”
Hasta el momento, son pocos los estudios que han evaluado explícitamente las consecuencias a largo plazo de la aplicación de estrategias alternativas de gestión forestal sobre la prestación de servicios del ecosistema por parte de los bosques y en un contexto de cambio climático. El trabajo de Morán-Ordóñez y Ameztegui pone de manifiesto estas consecuencias y representa una valiosa herramienta para apoyar la toma de decisiones bien informadas y basadas en evidencias en la gestión de los bosques mediterráneos.
Más información: Future trade-offs and synergies among ecosystem services in Mediterranean forests under global change scenarios. Alejandra Morán-Ordóñez, Aitor Ameztegui, Miquel De Cáceres, Sergio de-Miguel, François Lefèvre, Lluís Brotons, Lluís Coll https://doi.org/10.1016/j.ecoser.2020.101174
Last modified: 5 Octubre 2020